Todo es relativo
(¿hasta la relatividad?)

lunes, 14 de enero de 2019

Puta sí, de mierda no.

Siempre fui una puta. Pero de mierda, no. Para empezar cumplo con la idea de que “me gusta coger”, pero con ciertas condiciones. Por empezar, no con cualquiera, mínimamente tenes que endulzarme un toque la oreja, cantarme alguna posta, romperme alguna estructura o prejuicio, hacerme tambalear un poco los pensamientos. La verdad es que me cuesta mucho que me guste una persona, que me guste realmente. La civilización nos ha hecho acartonados y mentirosos en el mas de los casos, y eso me asfixia. Siempre estuve metida en “ambientes de varones”. Cuando era adolescente no me gustaba ir a bailar, prefería simplemente emborracharme en un bar, pero los bares tenían esa cosa de poder charlar, de poder dar otra cosa que no sea el cuerpo en el juego de seducción tan necesario y vital. Siempre fui de buscar aventuras, de tratar de encontrar lo exótico y lo desconocido, lo misterioso, lo que me hiciera sentir libre. Pensaba que era porque era de acuario, muchos amantes, pocas satisfacciones. Siempre me decepcione, o la mayoría de los casos. Las mas de las veces los varones solo se preocuparon por pasarla bien ellos, asique en un momento empece a pensar que tal vez eso del sexo no fuera ni tan divertido ni tan bueno. Luego le empece a agarrar la mano, pero me costo, es que tenia que pedirles cosas a los hombres y muchos no entendian o no querian, eran como niños asustados… y yo tan inexperta tambien! Entonces me ofendia que me dijeran puta, tiburona, o “mujeres de tu tipo” (aun me lo siguen diciendo). Los hombres tienen un patron de comportamiento conmigo. Me buscan puta, aventurera, que me gusta la libertad, los “ambientes de hombres” (cada vez mas, la ultima que se me cruzo es estudiar para guardaparque). Siempre he pensando que mientras no lastime a nadie inocente no hay por que dejar de hacer lo que una quiera. Pero la cosa se fue comlplejizando. Las relaciones monogamicas se volvieron cada vez mas tortuosas y aognizantes. Cuestionamientos por aquí y por alla, cada vez mas desubicados, mas inertes, mas escabrosos, mas retorcidos. Y asi empece a sentirme mal, a alejarme de este y de aquel, a darme cuenta que solo podia ser libre sola, porque nadie soportaba mi forma de ser. Me he preguntado por mucho tiempo por que les costaba tanto dejarme ser. Nunca menti, nunca engañe, nunca fui infiel realmente, siempre tuve la tendencia a creer que el amor es comunicación, y que esta buenisimo recrear la vida juntes sin necesidad de tener control sobre el otre y hablar de las fantasias y experiencias que tengamos. Lo celos existen, ovbio, pero una puede elegir si alimentarlos o no darles bola. Poco a poco, pasando por varias etapas, me hice mas y mas puta. Me di cuenta como era el sexo, que tenia que hacer, y los juegos de conquista me parecian super divertidos. Empece a darme cuenta que yo tambien podia tener sexo por placer sin involucrarme demasiado. Es mas, empece a descubrir que no involucrarme demasiado me daba placer. De todos modos siempre fui amable con mis amantes, les pregunte sobre sus dolores, los deje bañarse en casa, y tomar mate por la mañana del dia siguiente. Alguna vez flaye yo, alguna vez flayaron los otros. Pero la verdad es que en primera instancia me gustan todos, despues voy afilando. Los hay lindos, los hay piolas, los hay exquisitos, y los hay re cualquiera. O casi. Con estereotipos incluidos, o no. Pero siempre, siempre, me gusto sentir placer. Pero no solo el del sexo, tambien el de los viajes, la adrenalina de las aventuras en la naturaleza (aunque al tener mas y mas informacion y volverme anciana creo que tengo miedo), el de la musica, el de la creacion, el placer incluso de enfrentarme a mis desafios. Siempre busque crecer. Pero hace poco, desde que tuve una pareja machista, todo se dio vuelta. Mis aventuras se transformaron en inconsistencia moral, y mi apertura mental en divagaciones. Mis gustos por la musica y el arte fueron terriblemente denigrados. Asique es como volver a los 14 años, con todas las inseguridades juntas. El permanente cuestionamiento sobre mi pasado, sobre por que hice lo que hice y con quien lo hice me desconcertaba. Para que indagar en detalles tan escaborosos? Hoy veo la pornografia, y ay de mi, como me cuesta calentarme. Mis amigas insisten en que me lesbianice (eso es posible?), pero me estoy asexuando. Es que se dicen y desdicen tantas cosas de una, solo porque tiene sexo! Me hago muchas preguntas sobre el tema, puesto que ya no me siento segura y comoda, ni tengo buenos pensamientos cuando veo que un varon quiere tener sexo conmigo. En seguida asocio a la idea de que si hago las cosas rapido me va a despreciar por facil, y si tardo le estaria dando una falsa imagen de mi como si fuera una mogigata, lo cual puede reclamar luego cuando se de cuenta de que a mi, me gusta todo el mundo! Pero eso no le gusta a los varones, ellos miden la integridad moral por donde dejaste o no que te la metan. Es decir, con la medida de un pene miden mi moral. Ojo, si, no todos son iguales, algunos usan otro tipo de palabras para llamarle a lo mismo. Vienen por el lado espiritual o lo que sea. La verdad es que es un bajon tener conecciones energeticas con personas que te meten no se que del karma por ahi. La verdad es que no hay por que pavonearse de la promiscuidad, pues trae problemas de autoestima y seguridad. Pero quien no lo hizo? Y por otro lado, he notado como los hombres juzgan fuertemente cuando una mujer tiene sexo con otros, pero cuando ellos lo hacen, son simples experimentos, aventuras, por que estas diferencias? En serio, no hay hombres con los que se pueda hablar en serio? Todos, tarde o temprano se enojan y se alejan, porque yo haga lo que quiera con mi vida? Y para colmo, me abordan siempre que que flayero que sea tan libre, y despues no les gusta. Creo que en mi caso no hay solucion, porque seguire siendo una puta, y los hombres seguiran tratando de cohartarme. Pero ojo, puta de mierda no, porque ahora creo que ya ni siquiera me calientan los hombres. Es que como dije antes me gustan las personas inteligentes, y me estan decepcionando uno tras otro. Juzgar tan vanamente a una mujer por lo que hace de su sexo, en serio, tan basico, tan tristemente basico sos, no puedo, no puedo acercarme a este tipo de personas. N me gusta un tipo que cree que por estar con otro lo estoy dañando a el, eso no tiene ningun sentido para mí, pues en mi vida mando yo, y en la del otro manda el otro. Mas bien que estas cosas se deben hablar, porque el otro puede enojarse y alejarse dolorosamente. Pero maltratar a alguien por lo que decide hacer con su cuerpo? No tiene sentido. No, no lo tiene. Eso me hace ver en el hombre que tengo enfrente a alguein lleno de inseguridades, que no se valora, que busca que yo lo valore para ponerse un precio, y se juzga a si mismo por lo que yo haga con mi cuerpo. No puedo lidiar con semejante carga. No, cuando soy libre no te estoy lastimando. Lo que pasa es que se nos metio en la cabeza esa estupida idea de que el amor hacia otre tiene que ver con la exclusividad. Y no, yo amo a muches personas, y no es por su sexo, es por como piensan, por la coneccion del momento, porque pinta, que se yo. El tema es que me siento aprisionada por los varones y sus teorias, hace tiempo ya, vivo sufirendo preguntas sin sentido sobre estos temas, sobre mi pasado, sobre mi sexualidad, sobre mis intenciones ultimas ante cada acto. No quiero ese control sobre mi, prefiero quedarme sola, realmente. Porque a mi, lo que me excita verdaderamente, es la libertad. 

sábado, 17 de agosto de 2013

Si el arte no es peligroso, ¿para qué sirve?

Eugenio Recuenco http://foco.me/eugenio-recuenco/
Existe actualmente una tendencia a hacer películas que “no se pongan del lado de nadie”. Que se encarguen de visibilizar, mostrar realidades, recurriendo a la intersubjetivdad (es decir mostrar las subjetividades de cada uno) Desde el punto de vista estético son muy hermosas, y en general recurren a lo sensorial de manera exquisita (ayudados por las nuevas tecnologías y técnicas). Pero desde el punto de vista ideológico no son más que la expresión artística de la neocolonización neoliberal que ha invadido y sigue invadiendo todo el continente latinoamericano. La neutralidad ideológica será siempre una gran mentira bajo la que se esconden los peores chantas.

Lo mismo que en todo el arte, el cine se comporta de esta manera. El cine que no toma postura es un cine que muestra y naturaliza el estado social de las cosas. El cine que no toma postura pretende mostrar como iguales situaciones diferentes, legitimando el orden vigente. ¿Y cuál es el orden vigente? El orden vigente, dominante, hegemónico y homogeneizante, y por lo tanto autoritario, es un mundo occidentalizado, norteamericanizado (cabe aclarar que uno se refiere a la cultura norteamericana dominante, y no al pueblo norteamericano, oprimido igual que los demás pueblos del mundo), capitalista -de forma más o menos salvaje: keynesiano, corporativista o neoliberal, con gobiernos latinos diversos, que en muchos casos son cómplices y en otros simplemente se ven acorralados por la lógica internacional y su condena en el lugar de periferia, de colonia jamás liberada por completo. Estos gobiernos y sus negociados (bajo presión o sin ella) están neocolonizando nuestro continente de formas más sutiles que en otras épocas donde la violencia y el absurdo llegaron a su punto máximo luego de los facismos que vivió Europa, barbarie que se extendió a Latinoamérica bajo la forma monstruosa de las dictaduras.

Gobiernos vaciados, portadores y defensores de un doble discurso, patriarcado, occidentalización, europeización, violencia legitimada por el estado, universidades que establecen un pensamiento único, catolicismo renovado y fresco (aunque en su apogeo de contradicción), más mentiroso que nunca, buenismo ideológico (la lógica de la moral del buen ciudadano, con todo lo que ello implica, desde pagar los impuestos, hasta la monogamia o mandar a los niños al colegio), todos estos sistemas de pensamiento y estructura que han intentado impedir el desarrollo de los pueblos oprimidos por siglos, que acorralan a mujeres, negros, pobres y hasta niños (sí, niños, a quienes se los trata como cajas vacías y se los educa como bestias, con la lógica del premio y del castigo, de la nota, de alcanzar tales objetivos a costa de cualquier cosa, borroneando el camino, el aprendizaje y el juego en la oscura sombra del hombre exitoso y cuantificable, que además será productivo para el sistema).

¿Dónde está la crítica, la reflexión, el tan necesario escepticismo metodológico que requiere cualquier sociedad para llegar a la coherencia (al menos desde la cabeza), si encima el arte se pone en esa cómoda posición de no tener la necesidad de tomar posiciones? ¿Qué nos queda si el arma cultural de la emancipación se disfraza de universalidad, escondiendo tras de sí nada más y nada menos que la globalización más salvaje y asesina? Esa globalización que nada comprende de culturas, que nada comprende de diversidad, que nada comprende de lo humano, cuyo objetivo máximo es arrancarnos lo poco de humano que nos queda poniéndonos en el lugar de meros consumidores, arrasando – o pretendiendo arrasar- con nuestras culturas ancestrales.

Es bajo éstas condiciones que veo hoy por hoy propuestas artísticas que me enervan, que no cuestionan, que no se hacen cargo, que no son parte, que no construyen o peor aún construyen no saben para quién, que no se arriesgan. Y es por eso que quiero recordarles a todos los artistas que les guste o no sus obras son políticas, aún en sus más sutiles formas, porque así como lo personal es político lo artístico tampoco escapa de ello. ¡Si hasta la forma de la película responde a un paradigma único de pensamiento político!

Cabe aclarar, que esto no quiere decir que uno deba hacer películas rondando temáticas específicamente políticas, en realidad uno no puede escapar a ella, porque si la política es un camino de todos, que nos une aún en la oposición, mal que nos pese en muchos casos, es una camino que nos atraviesa a todos, en el que hasta los marginados tienen un lugar reconocido. Es imposible hacer arte sin hacer política. Hasta dibujar solos en casa significa algo políticamente. Sugiero a aquellos artistas que comiencen a renoconcerse como actores sociales de este mundo y no sólo espectadores de él, no es una obligación, es una propuesta. Porque si no alzan su voz, alguien está hablando a través de ustedes, sean o no concientes de ello. Lo de espectadores debería ser tarea del público, no del artista.

Mis saludos a los neutrales, a ellos les dedico este artículo. A quién le quepa la gorra… y disculpen la violencia sincericida.

jueves, 8 de agosto de 2013

Bienvenidos!

Pensares,                          de las turbinas de mi mente y la tranquilidad del sentir  
                                                                        melodías de mi corazón al son, al son,
Son. 


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Hoy me desperté de buen humor, hoy me dí cuenta que quiero ser felíz, hoy me di cuenta que la lucha es de adentro hacia afuera, pero implica luchar con el afuera, hoy me di cuenta de que la vida no es cómoda, está en movimiento, que todo fluye y así ha de ser... hoy quiero ser yo misma aunque incomode a muchos, aunque pierda a otros, no hay mejor vida que la auténtica, y acepto esta mochila, quizás con el tiempo sea menos pesada, o aprenda a llevarla mejor 


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Es muy fácil echarle toda la culpa al otro cuando hay una problema. En las relaciones siempre hay más de uno. Recuerda no hacerle a los otros lo que no te gusta que te hagan. Te escuchas cuando dices: ¡Esta sociedad de mierda me quieren obligar a hacer tales cosas que yo no quiero! Y al siguiente momento dices: ¡yo quiero que todos ustedes piensen asi porque ESTA ES LA MANERA DE HACER LAS COSAS!. Universalidades si las hay, querer controlar al otro, querer modificar al otro. La ayuda no se hace sino desde el compartir, sino desde el acompañar, y en ese acompañamiento puede que el otro quiera ir para otros lugares. Si no quieres no lo acompañes, pero no lo obligues a que él te acompañe a vos. El centro está en tí, su centro está en él. Pensar es superficial, sentir es escencial.

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